
Un partido que da como para mandar todo a la chucha. Pero 5 minutos después estábamos todos pasándolo la raja en la parrilla. Creo que ahí está la buena onda, pero no basta con salvar todas las derrotas con una parrilla. Si el triunfazo a tivo de la primera ronda pensamos que iba a ser nuestro repunte definitivo y nos equivocamos, claramente esta penosa derrota no va a ser nuestra lápida. Juntemos fuerza para el próximo desafío, pensando en que una parrilla se puede prender en cualquier momento, pero los partidos cada vez son menos.